La restructuración en la empresa o su mala gestión financiera, la apuesta por el beneficio fácil, y algunas estrategias empresariales equivocadas, han dado lugar a un (ERE) que ha acabado por arrollar con las peores consecuencias al eslabón más débil de la sociedad (la clase trabajadora). Además, la negociación está seriamente amenazada por la posición inmovilista en la empresa, que se empeña en hacer responsable a los trabajadores, y que mantiene y defiende posturas descabelladas como la congelación salarial y el recorte de los derechos laborales y sindicales. En esta tempestad aún teniendo perdidas (20 puestos de trabajo) los derechos de los trabajadores han estado en todo momento garantizados, por el sindicato y sus representantes en la empresa, tras la negociación del Expediente de Regulación de Empleo que presento, se ha podido garantizar el máximo para los trabajadores afectados, sabiendo que no es lo mejor para los 20 trabajadores que pierden su puesto de trabajo en los tiempos que corren.
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